Han transcurrido aproximadamente 4 meses tras la aplicación de los Censos Nacionales 2017, en donde por primera vez en la historia del país se incluía una pregunta de autoidentificación étnica, que permitía recoger la identidad étnica y cultural de todos los peruanos y peruanas. Ello significó un primer avance para las organizaciones indígenas nacionales, que durante años habían manifestado la necesidad de visibilizar con información estadística y datos oficiales a los pueblos indígenas y originarias de nuestro país, el cual permitiría exigir el cumplimiento de nuestros derechos colectivos como el de la consulta previa, el territorio, la autodeterminación; así como políticas interculturales que respeten nuestras diversas formas de vida.
Sin embargo, este gran acontecimiento nacional estuvo empañado de incidentes, críticas y polémicas, el cual terminó con la renuncia del jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Aníbal Sánchez, en pleno desarrollo de los Censos de Comunidades Indígenas; y es que para la población en general los censos no cubrieron sus expectativas.
Ante dicha situación surgen las siguientes interrogantes: ¿Se brindó información a la población de manera suficiente y oportuna? ¿Se promovió la participación de los pobladores en sus localidades? ¿Se caracterizó correctamente los centros poblados y la zonificación censal fue pertinente? Para ello, presentamos el caso de la comunidad campesina Chilloroya, ubicada en el distrito de Livitaca, provincia de Chumbivilcas del departamento de Cusco, una de las comunidades donde se implementó el III Censo Nacional de Comunidades Indígenas.
Son dos las condiciones actuales que definen a la comunidad campesina Chilloroya: su relación con la actividad minera y la intención de convertirla en distrito. Según el EIAsd del proyecto de exploración constancia,[1] el territorio de la comunidad campesina Chilloroya se superpone al área de dicho proyecto; por esta razón, la interacción entre la empresa minera Hudbay S.A. y la comunidad se ha intensificado en los últimos años.
Por otro lado, mediante el Proyecto de Ley N° 056-2016-CR, el legislativo impulso la creación del Distrito de Chilloroya, con la finalidad de mejorar la organización del territorio, generando así enfrentamientos entre la población, y quedando pendiente su aprobación.[2] Como se puede observar, el interés por distritalizar la comunidad tendría una fuerte relación con los beneficios económicos que ofrece la actividad minera en la región.
En la actualidad, la comunidad campesina Chilloroya, reconocida en el año 1993, cuenta con una población aproximada de 2500 habitantes (500 registrados como comuneros)[3]. Asimismo la comunidad se divide en dos 02 áreas: la urbana, con su Centro Poblado Juan Velasco Alvarado; y la rural, conformada por sus otros 33 sectores. La mayor parte de la población reside en el área urbana (jóvenes), mientras que una minoría permanece en el área rural (ancianos). Según el Censo Nacional del año 2007, la población en el distrito de Livitaca era mayoritariamente quechuahablantes (88.57%), con un bajo nivel de educación superior (02.35%).
En ese contexto, respecto al nuevo proceso censal, las autoridades de dicha comunidad campesina señalaron que el empadronamiento en el área urbana y rural se desarrolló de acuerdo al cronograma general; no obstante indicaron que algunas familias no fueron empadronadas durante el censo. [4]
Por otro lado, los pobladores manifestaron que si bien recibieron información y capacitación del INEI en dos oportunidades, no llegaron a recibir los respectivos manuales, asimismo se señaló que no hubo capacitación para empadronadores rurales, debido a que la comunidad fue categorizada como urbana, a pesar de tener su área rural e incluso el mismo presidente de la comunidad, Ronal Huachaca, indicó que no le aplicaron directamente la cédula de Comunidades Indígenas puesto que desconocía la existencia de dicho censo, dirigido a las comunidades campesinas y nativas.
En cuanto a la participación de los pobladores en el censo, señalaron que la mayoría de empadronadores del centro urbano fueron de la misma comunidad; sin embargo, para el área rural los empadronadores procedieron del distrito de Velille.
Como se mencionó con anterioridad, la comunidad campesina de Chilloroya se ubica en el distrito de Livitaca; sin embargo, sus pobladores fueran censados por el INEI distrital de Velille, debido a las condiciones de accesibilidad. Esta situación generó confusión entre la población del distrito de Livitaca, ya que relacionaron esta separación con las intenciones de la comunidad para formar un nuevo distrito.
En resumen, se puede observar que aunque los pobladores de la comunidad campesina Chilloroya fueron informados, dicha información al parecer no ha sido suficiente y oportuna, la participación se dio principalmente en el área urbana y no se consideró el área rural de dicha comunidad, asimismo es importante señalar que la zonificación realizada por el INEI no consideró la condiciones previas por lo que pudo generar un conflicto social en la zona.
De esta manera, el caso de la comunidad campesina de Chilloroya refleja la situación de varias comunidades alejadas en el país, que viven bajo la influencia de la actividad de la actividad minera. En ese sentido resulta fundamental conocer los resultados y el balance de dicho proceso censal para así identificar los límites y/o desafíos que presentó, afin de finalmente saber cuántos somos y quienes somos los pueblos originarios del Perú.
[1] INSIDEO: Informe final de la cuarta modificación del Estudio de Impacto Ambiental semidetallado (categoría II) del proyecto de exploración Constancia. Lima 2012
[2] En la 3ra Sesión Extraordinaria de la Comisión de Descentralización, Regionalización, Gobiernos Locales y Modernización del Congreso de la República la propuesta legislativa fue desestimada; sin embargo, en su 4ta Sesión Extraordinaria fue reconsiderada.
[3] Información brindada por el Alcalde del Centro Poblado Juan Velasco Alvarado, el señor Juan de Dios Monterola Saya
[4] Información brindada por el Presidente de la comunidad, el señor Ronal Huachaca Quispe; y por el Presidente del comité pro distritalización de Chilloroya, el señor Walter Retamozo. También se recogió información del Jefe del INEI distrital de Velille, el señor Johnston Denos.
