Juventud Campesina: «Jóvenes dueños de su futuro»


Los jóvenes campesinos conscientes del papel preponderante que debemos cumplir ante la agobiante situación de olvido y marginación que nos fue impuesta por los gobiernos de turno, reconocemos y valoramos los logros y alcances  de las transformaciones socio-económicas realizadas por el Gobierno Revolucionario del Gral. Juan Velasco Alvarado que transformó el sistema de tenencia y propiedad de la tierra, el sistema económico y productivo del país que hasta 1968, se encontraba concentrado en pocas manos, entregándoles las riquezas a quienes, en esos momentos, sufrían el peor sistema de explotación y servidumbre, promulgándose decretos, leyes como la 17716 y otros de gran importancia nacional, que permitieron la activa participación organizada de la población, en las grandes decisiones nacionales.

En la actualidad, la juventud se encuentra vivienda una situación de crisis alarmante , impuesta por el sistema económico vigente, detectándose problemas comunes en las tres regiones del país: la total carencia de oportunidades de trabajo, el difícil acceso a la formación técnica y profesional de los jóvenes y la negativa influencia de hábitos y costumbres de otros paises que vienen imponiendo modelos alienantes y de rebeldía desordenada en nuestra sociedad, obligando a que los jóvenes perdamos el valor real de nuestra identidad nacional y valores culturales e históricos de nuestra nación.

En ese sentido, la situación actual de la juventud es apremiante por las limitaciones que sufrimos en el campo, por la desocupación, la violencia en todas sus formas. Todo esto ubica a los jóvenes en un estado de incertidumbre, sin fututo alguno, sin vislumbramiento de alternativas de solución a tan grave problema social y nacional.

Frente a ello, la juventud como fuerza propulsora e integrante del movimiento popular, tiene la gran responsabilidad de contribuir al real fortalecimiento y consolidación gremial de las Ligas y Federaciones Agrarias con nuestra participación activa y consecuente, tratando de encontrar soluciones viables al llamado concreto de construir una sociedad nueva, cambiando el rumbo de nuestra historia y de construir un país con verdadera justicia social.

Nuestros jóvenes campesinos deben ser los llamados a defender sus propias organizaciones, principalmente gremiales, porque es a través de estas que se asume la representatividad y la defensa de los trabajadores del campo. Por eso se hace necesario que el joven campesino sea capacitado para desarrollar dicha tarea.

Dado que durante mucho tiempo el campesinado nacional y sus organizaciones gremiales no fueron tomados en consideración por los gobiernos ni por la sociedad dominante, por el contrario fueron hostilizados, desconocidos y varias veces atropellados. Todos estos actos discriminatorios deben servir a nuestra juventud para que tome conciencia de su deber de defender las organizaciones gremiales, asumiendo la representatividad y defensa de los trabajadores del campo como fuerza y vanguardia del movimiento agrario nacional.

Fuente: Reflexiones del I Encuentro Nacional de la Juventud Campesina   (1988)